miércoles, 31 de marzo de 2010

Diane Arbus




















Siempre me ha atraído la gente compleja, distante, extraña que supera los prejuicios sociales y sobre todo personales para crearse un personalidad propia y singular, este es el caso de la fotógrafa Diane Arbus, esta mujer supo huir de una vida acomodada por su clase social para indagar en otros mundos donde primaba lo grotesco, oscuro y deforme de la personalidad humana.

Empezó trabajando con su marido Allan Arbus para revistas de moda como Vogue y Enquire, pero enseguida se dió cuenta que este mundo superficial de la publicidad y la moda le creaba un sentimiento de vacío y tristeza (pasó por largos periodos de depresión), entonces conoció a la gran fotografa Lissete Model que poco a poco le ayudó a crearse un estilo personal, que más tarde se vería en todas sus fotografías…lo importante para Model era arriesgarse, no tener limitaciones ni prejuicios a la hora de disparar una foto (una gran frase suya fue “No hay que hacer una foto hasta que no la tengas en la boca del estómago”, y por supuesto controlar la técnica fotográfica. Gracias a la amistad de Arbus con Model, esta empezó a salir más a la calle (era una persona extremadamente tímida) y consiguió retratar a personajes extremos o más bien con vidas extremas como prostitutas, enanos de circo, personas deformes ect…según ella lo que quería era profundizar en la parte oscura del alma humana, el dolor, la sensación de soledad que todos llevamos dentro aunque estemos acompañados.

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